Recientemente, la comunidad científica se ha replanteado los brotes políticos que caracterizaron el periodo de entreguerras.
En 2017 surgieron nuevos estudios sobre la revolución bolchevique y se espera que ocurra lo mismo este año, ya que
este mes de octubre se cumplirá el centenario de la Marcha sobre Roma -el día cero del calendario de los Camisas Negras-
que decretó oficialmente el inicio de la «revolución fascista» según el régimen de Mussolini.
Aunque los levantamientos bolchevique y fascista representan dos acontecimientos que marcaron una época, muchos otros levantamientos y revoluciones políticas violentas se produjeron en toda Europa y América Latina tras la Gran Guerra, manifestando un descontento tangible con el sistema de gobierno liberal, su organización, sus laxitudes y corrupciones.
Estos movimientos, que abarcaban tanto el espectro político de la derecha como el de la izquierda, representaban intentos de dar soluciones a la crisis política, económica y social que se produjo en aquellos años.
Muchos de ellos no fueron más allá del momento de la revuelta; otros prepararon el camino para nuevos derrocamientos o cambios de régimen; y otros inauguraron modelos y establecieron sistemas políticos que influirían profundamente en el panorama político durante décadas.
Como se muestra en la fundamental obra de Mona Ozouf, las festividades asociadas a la Revolución Francesa pueden considerarse un modelo pionero a la hora de marcar la pauta de un sistema de rituales de este tipo, que tanto implicaba a la gente en la política como la controlaba.
No obstante, es cierto que la política de celebración de la revolución alcanzó un clímax político durante el periodo de entreguerras.
Por un lado, se debe a los estallidos de las «dos revoluciones de octubre» -la de Moscú en 1917 y la de Roma en 1922-, cuyas celebraciones adquirieron rápidamente las connotaciones de un espectáculo público, en el que el pueblo, en su doble papel de actor y espectador, fue informado y educado en los nuevos valores políticos. Por otra parte, se puede atribuir a los trastornos sociales y culturales que provocó la Gran Guerra -incluida la consolidación de los partidos de masas, el auge de los regímenes dictatoriales y sus nuevas concepciones de la «democracia»-, así como a la introducción de nuevos medios de radiodifusión y visuales para la propaganda, que elevaron el listón del uso público de la revolución.
En este marco, esta convocatoria no pretende discutir la dicotomía revolución/contrarrevolución ni comparar las revueltas ocurridas después de 1917. Por el contrario, pretende analizar el uso público de estas revoluciones y estallidos políticos, entendidos como el conjunto de políticas que narran y representan visualmente una selección de acontecimientos históricos con el fin de legitimar un nuevo sistema político y generar consenso en torno a él.
Además, aunque no se excluyen las contribuciones originales sobre las celebraciones en Italia y Rusia, esta convocatoria está especialmente interesada en investigar cómo otros estallidos políticos y nuevos regímenes antiliberales en Europa y América Latina dieron lugar a prácticas de celebración/legitimación. Se invita a los académicos a enviar trabajos que consideren una serie de cuestiones y temas relacionados, incluyendo (pero sin limitarse a) los siguientes:
• ¿Qué tipo de relato se utilizó para narrar la revolución/el estallido político? ¿Cómo se plasmó?
• ¿Durante cuánto tiempo ha persistido el mito de la revolución/el estallido político? ¿Cómo se ha readaptado el mito fundacional de la revolución a lo largo del tiempo?
• ¿Qué tipo de representaciones artísticas se utilizaron? ¿Cuál fue el papel de los artistas e intelectuales en la elaboración de las celebraciones del estallido político?
• ¿Es posible hablar de una superposición entre arte y revolución?
• ¿Cómo se vio afectado el espacio urbano? ¿Qué huellas dejaron las conmemoraciones en las ciudades?
• ¿Qué influencia tuvieron los modelos fascista y soviético en otros contextos? ¿Existió una contaminación cruzada entre las diferentes celebraciones?
• ¿Existieron contranarrativas?
• ¿Qué papel desempeñó la población en las celebraciones del levantamiento? ¿Cómo se conmemoró la revolución/el estallido político en las comunidades de expatriados? ¿Qué celebraciones se organizaron en el extranjero?
Son bienvenidas las contribuciones de una serie de disciplinas y perspectivas, incluyendo, pero sin limitarse: historia contemporánea, ciencia política, estudios de los medios de comunicación, historia del arte y la arquitectura, historia urbana y historia cultural, estética y filosofía.
Propuestas en inglés, que contengan un resumen (hasta 500 palabras como máximo) y un breve CV del autor o autores (máx. 10
líneas), deben enviarse por correo electrónico a practicesandcelebrations@gmail.com antes del 10 de septiembre de 2022.
Los resultados de la selección se comunicarán antes del 25 de septiembre de 2022.
Comité Organizador: Annarita Gori (Institute of Social Sciences -UL), António Costa Pinto
(Institute of Social Sciences -UL), Maximiliano Fuentes Codera (Universitat de Girona),
Giorgia Priorelli (Universitat de Girona), César Rina (Universidad de Extremadura), Antonella
Salomoni (Università della Calabria e Università di Bologna).
Comité Científico: Alejandro Quiroga (Univesidad Complutense de Madrid); Enzo
Traverso (Cornell University), Giulia Albanese (Università di Padova), Luís Beneduzi
(Università Ca’ Foscari Venezia), Leandro Pereira Gonçalves (Universidade Federal de Juiz de
Fora), Patrizia Dogliani (Università di Bologna), Rita Almeida De Carvalho (Institute of Social
Sciences – UL); Valeria Galimi (Università Di Firenze); Xosé Manoel Núñez Seixas
(Universidade de Santiago de Compostela).
Esta conferencia está financiada por el Institute of Social Sciences – University of Lisbona de Lisboa
y el proyecto de investigación “La democracia y sus enemigos (1918-1931): España, la primera posguerra, la
dictadura de Primo de Rivera y sus articulaciones con Italia, Portugal y Argentina” (PID2020-112800GBC22)”.